Despúes de perder a sus padres, este orangutan de tres años de edad, estaba tan deprimido, que se rehusaba comer y no respondia nada bien a los tratamientos. Los veterinarios presentían que se entregaría a la muerte. El perro de edad fue encontrado perdido en las inmediaciones del parque zoológico, y cuando lo pusieron en la sala de tratamiento, se reunió con el orangután, y los dos se convirtieron en amigos inseparables desde entonces.
El orangutan encontro una nueva razón para vivir y se esfuerza al máximo para acompañar a su nuevo amigo en sus actividades.
Ellos viven en el norte de California y la natación es el deporte favorito de ambos, aunque Roscoe (el orangután) todavía tiene un poco de miedo al agua y necesita la ayuda de su amigo para nadar.
12 de febr. 2010
El mundo sería mucho mejor si los imitáramos !!!!
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